CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cuatro de cada diez trabajadores mexicanos reciben un salario que no les alcanza para adquirir los insumos de la canasta básica, y en 26 de los 32 estados del país la situación del ingreso laboral incluso empeoró entre el segundo y el tercer trimestre del año.
Ello es consecuencia del incremento en el precio de los productos incluidos en la línea de bienestar mínimo, que en octubre pasado se elevó a mil 72 pesos por persona y por mes en el ámbito rural, y a mil 513 pesos en las ciudades (superior en 3% a octubre de 2017).
De acuerdo con una actualización del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el tercer trimestre de 2018 el 39.3% de la población mexicana recibía un ingreso laboral inferior a la línea de bienestar, una tasa inferior a la que heredó Enrique Peña Nieto cuando asumió la presidencia, en diciembre de 2012.
En Chiapas, Guerrero y Oaxaca, más del 60% de la población recibe un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo, mientras que en Guerrero, Morelos, San Luis Potosí, Nayarit, Sinaloa y Aguascalientes la tasa de población que padece esta situación creció en alrededor de 3% entre el segundo y el tercer trimestre del año.
Según el Coneval, el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) –que mide la proporción de personas que no pueden adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo– creció 2.1% entre el segundo y tercer trimestre del año, lo que “se debió principalmente a la disminución en el poder adquisitivo del ingreso laboral y un mayor aumento del costo de la canasta alimentaria”.
Por su parte, el ingreso laboral per cápita real se redujo 1.1% entre el segundo y tercer trimestre de 2018, al pasar de mil 758 a mil 738 pesos mensuales por persona. Para medir este ingreso, el Coneval suma los ingresos mensuales de un hogar y los divide por el número de integrantes.