Las organizaciones sindicales que conformamos el Frente Auténtico del Trabajo manifiestamos nuestra más profunda indignación por la detención y encarcelamiento de Luiz Inácio Lula da Silva, la cual ha provocado que la situación política en Brasil se polarize, con el consiguiente riesgo de un estallido violento ante la intención de inhabilitar al que se perfilaba como el candidato favorito para las próximas elecciones presidenciales en Brasil.
Es claro que la acusación de corrupción que pesa sobre Lula, y por la cual ha sido sentenciado a doce años de prisión, no se sustenta jurídicamente, toda vez que no hay elementos formales que vinculen al ex presidente con la propiedad del apartamento que supuestamente recibió como soborno a cambio de contratos de la empresa paraestatal PETROBRAS. En cambio, es evidente que su encarcelamiento es parte de una estrategía política para impedir que Lula se presenta como candidato a las elecciones presidenciales en octubre próximo, en las cuales, a pesar de las falsas acusaciones, se encuentra primero en la preferencia electoral.
Esta maniobra sin duda va encaminada a revertir las políticas sociales implementadas en los gobiernos del Partido de los Trabajadores, encabezados por Lula y Dilma Roussef, las cuales se han orientado a incluir a sectores históricamente excluidos dentro de la sociedad brasileña, a través de programas de becas familiares, créditos a la pequeños agricultores, así como dotar de servicios públicos básicos a poblaciones marginadas. El nivel de empleo, así como los salarios han ido sensiblemente a la alza durante estos años por lo que sólo entre 2003 y 2007, la pobreza en Brasil bajó de 38% a 28% y la extrema pobreza de 17% a 10%, mostrando avances superiores a los de cualquier país latinoamericano en el mismo período. Es de resaltarse que esta disminución no obedece principalmente al crecimiento de la economía, si no mayoritariamente a una reducción de la desigualdad en la repartición de la riqueza.
Las políticas neoliberales han dejado pobreza, marginación y exclusión pero el proceso iniciado por Lula, quien tiene sus origenes en el sindicalismo metalúrgico, ha dado importantes y firmes pasos para lograr abatir la desigualdad social. .
Es por ello que como organización de trabajadores demandamos la inmediata y total libertad de Luiz Inácio Lula da Silva toda vez que las acusaciones en su contra son falsas. Solo así se garantizará un proceso electoral realmente democrático y se evitará la fragmentación social. Estamos convencidos que de presentarse a las elecciones Lula volverá a contar con el respaldo mayoritario de la población brasileña, mismo quele ha permitido a Brasil avanzar en la construcción de un camino propio, soberano, con inclusión social y el cual es referente para la izquierda democrática de otros países. ¡No se puede ignorar el reclamo del pueblo brasileño!
¡Por la autogestión de la clase trabajadora!
Dirección Nacional del Frente Auténtico del Trabajo