Durante el foro “Hacia un Acuerdo Nacional para enfrentar la crisis económica y social derivada del covid-19”, campesinos coincidieron en que uno de los sectores más afectados será el de las mujeres y niñas rurales, ya que se enfrentarán a mayores obstáculos para ejercer sus derechos.
Mariana González Torres, representante del Congreso Agrario Permanente, denunció que actualmente seis de cada 10 mujeres rurales viven en pobreza pese a que producen la mitad de los alimentos en las comunidades ejidales.
“Más de 15 millones de mujeres campesinas habitan en localidades rurales y representan el 34 por ciento de la fuerza laboral por lo que se estima que son responsables de más de la mitad de la producción de alimentos en México, y aun así viven en condiciones de mayor discriminación y violencia”.
De acuerdo con los datos del Registro Agrario Nacional, del padrón de 4.9 millones de personas que poseen núcleos agrarios, en todo el país, más de 3.6 millones son hombres, es decir, de cada 10 personas con derecho sobre la tierra,tres 3 son mujeres, señaló.
“Al no ser propietarias de la tierra no pueden ser beneficiarias de programas de equipamiento, infraestructura, créditos o apoyos económicos por pagos de servicios ambientales”.
Además, lamentó que las mujeres campesinas se desarrollen en modelos patriarcales donde imperan formas de dominación basadas en el sexo, que las lleva a vivir en una violencia patrimonial e institucional, que las coloca en la más alta marginación.
En el foro participaron integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Frente Amplio Social Unitario (FASU) y el Encuentro Nacional de Dirigentes (ENADI), quienes pidieron a la Cámara de Diputados instrumentar proyectos productivos y esquemas de financiamiento para mujeres rurales, así como analizar y modificar las limitaciones de tipo legal.