• Vie. Oct 18th, 2024

En el nuevo escenario de la conciliación tiene que cambiar la voluntad de las partes.

Jose Antonio Bouzas

Tomado de AMEXI

El Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral anunció que junto con los 32 centros de conciliación federales y locales brindarán facilidades a los particulares para alcanzar las conciliaciones en los conflictos individuales. Se hace referencia a diversos mecanismos e instrumentos que la experiencia ha demostrado permiten alcanzar el objetivo y a los importantes trabajos de construcción de la estructura necesaria para alcanzar lo anterior.

Al respecto, queremos hacer algunas reflexiones: es necesario tener en cuenta que la conflictividad laboral anterior a la reforma, por parte de los empleadores estaba reducida a la terminación de los contratos de trabajo, dejando al margen la vasta conflictividad que puede suscitar el sinnúmero de escenarios del vínculo laboral; mientras que los trabajadores pretendían dar por terminado el vínculo laboral en las mejores condiciones económicas.

En los dos supuestos se enfrentaba la disposición constitucional en materia de estabilidad en el empleo, que hace prácticamente imposible el separar a un trabajador sin que medie una causa justificada.

El Centro deberá de poner distancia de esos procedimientos que llevaron a las Juntas de Conciliación y Arbitraje a convertirse en verdaderos mercados y a los abogados que representaban a las partes, en personajes que más que asistir a una discusión de carácter jurídico estaban presentes en una mera transacción, en la que pretendían obtener el mejor resultado económico para su representado.

Sin lugar a duda, la serie de medidas que el Centro refiere es fruto de la experiencia y de una voluntad de que los conflictos se resuelvan sin que medie la intervención judicial. Para alcanzar lo anterior es necesario contar con información confiable que impida llevar la discusión a sofismas con los que únicamente se intenta mejorar la posición de la parte que se representa para alcanzar un mejor resultado económico, y esta información en manos del Centro se está ya trabajando para tenerla.

Necesario cambiar la voluntad de las partes

Pero también en el nuevo escenario de la conciliación tiene que cambiar la voluntad de las partes e incluso haber disposición a actualizar aquellas disposiciones normativas que de manera evidente la historia las rebasa.

Señalaríamos a manera de ejemplo la idea de estabilidad en el empleo plasmada en nuestras normas, que dista mucho de responder a las relaciones laborales actuales, pero más grave, dista mucho de responder a lo que las partes esperan como solución del conflicto que enfrentan.

Dentro de los cambios pensamos que la idea de “trabajadores desechables” que hoy está muy presente en los empleadores debe cambiar, pero también debe cambiar la actitud de los trabajadores por una en la que, de manera libre y voluntaria, lleguen al convencimiento, por ejemplo, de que las condiciones actuales pueden ser suficientes para que la relación laboral termine o tenga cambios radicales.

La alternativa es que exista presencia en las partes de una voluntad para conceder los cambios en las relaciones laborales cuando sean necesarios y con la finalidad de que la relación laboral continúe de manera tal de que todos ganen.

El complejo papel lo tiene el aparato de gobierno que en el Centro de Conciliación requiere de personajes no simpáticos o convincentes o hábiles para obtener sesión de derecho de las partes con la finalidad de alcanzar la conciliación.

Hemos dicho que el perfil necesario de conciliadores se alcanzará mediando una serie de cuestiones como capacitación, profesionalización, compromiso con obtener la satisfacción de los que confrontan sus intereses y voluntad de realizar un trabajo más allá de obtener saldos cuantitativos que reduzcan la litigiosidad y busquen que su intervención arribe a un todos ganan.

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